Reflexión: Le Corbusier: Formación y Transformación del Arquitecto Moderno
Reflexión: Le Corbusier: Formación y Transformación del Arquitecto
La
arquitectura de Le Corbusier es una que en gran medida imita y utiliza el vocabulario
del arte de su época, creando así una clase de arquitectura completamente
distinta a la que la antecedía. Esta diferencia que le da tanto impacto a la
arquitectura de Le Corbusier se debe en gran medida a tres factores. Estos son la
falta de ortogonalidad, la libertad de abstracción y la aplicación de la innovación
tecnológica.
La arquitectura
de Le Corbusier es una que muchas veces carece de ortogonalidad, algo que fuertemente
regía y a veces hasta limitaba los estilos de arquitectura del pasado, como por
ejemplo el neoclásico. Un ejemplo de esta desviación de la ortogonalidad se
puede apreciar en la Capilla de Ronchamp, donde las aristas entre el techo y
las paredes que lo sostienen forman curvas, algo que no se veía en la
arquitectura renacentista. La Ronchamp también se destaca en la falta de ortogonalidad
ya que sus paredes y hasta el techo están inclinados.
Otro
factor que destaca la arquitectura de Le Corbusier es su libertad de
abstracción. Le Corbusier se dio la libertad de crear su propio vocabulario,
uno sin mucha ornamentación que enfatizaba las formas casi escultóricas que generaba.
Esto lo destaca en gran medida de los estilos antecesores, cuyo vocabulario era
uno regido por el orden y la simetría, y que a la vez imitaba aspectos y
elementos de la arquitectura histórica, como por ejemplo el uso y la repetición
de columnas dóricas, corintias y jónicas en la arquitectura renacentista. Al
descartar este vocabulario clásico, Le Corbusier crea uno propio, cuyo distanciamiento
de la arquitectura antecesora resulta a veces impactante, pero a la vez refleja
tendencias artísticas y las traduce al plano arquitectónico.
La
arquitectura de Le Corbusier también es innovadora por su materialidad. Esto se
ve en que su arquitectura era una compuesta casi enteramente de hormigón. Aunque
el hormigón no se utilizaba mucho para obras arquitectónicas durante la época
de Le Corbusier, el mismo le permitía al arquitecto explorar formas mucho más
libres y orgánicas que las que hubiera podido crear con solamente piedra y
ladrillo. Por ende, el hormigón fue uno de los varios factores que le permitió
hacer a Le Corbusier esa ruptura con la ortogonalidad que tanto lo distingue, permitiéndole
así abstraer libremente sin tener que limitarse a las paredes rectas y a la
estructura ortogonal. Por ende, la cualidad escultórica de la arquitectura
moderna de Corbusier se debe en parte al cambio de materialidad del ladrillo al
hormigón, lo que implica que parte de lo que distinguía tanto a la arquitectura de Le
Corbusier fue su aplicación de la innovación tecnológica del momento, o sea el cambio
del ladrillo al hormigón.
En
resumen, la arquitectura moderna de Le Corbusier fue una nueva e innovadora, lo
cual solidificó su impacto cultural y lo convirtió en una de las figuras más prominentes
al discutir la arquitectura moderna.
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