Reflexión: La invención de lo clásico 1: Contextos

 

 Ryan L. Maldonado Colón

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    Para poder apreciar la importancia de la arquitectura neoclásica y renacentista es importante conocer un poco de cómo era la arquitectura de la Edad Media. 

    La arquitectura feudal era una muy limitada por su materialidad. Al ser hecha casi enteramente de ladrillo, la estructura medieval usualmente era una con paredes sumamente anchas y pesadas. Esta estereotomía le daba al edificio medieval un interior frió y oscuro, ya que, en adición al grosor del material, el tamaño de las ventanas debía ser uno restringido debido a la carga que el edificio debía soportar. El uso de la piedra también limitaba la altura a la cual las estructuras medievales podían llegar, lo cual lleva a la construcción de estructuras macizas, anchas, pero relativamente bajas al compararse con el tipo de estructura que las remplazarían. 

    Este movimiento arquitectónico de la Edad Media se ve interrumpido por varias innovaciones tecnológicas que tienen que ver con la distribución de peso. Estas son el arbotante y el techo abovedado. 

    El arbotante es una estructura auxiliar característica del estilo gótico. El mismo consiste de una especie de viga angulada, parecida a un arco pero con una pendiente mucho menos pronunciada. La función del arbotante es primordialmente la de soporte, de modo que al posicionarse junto a un arco estructural, el arbotante sostenga parte del peso que le correspondería al arco. Esto permite que se le imponga un mayor peso a los arcos, de modo que rompe la limitación estructural que tenían las edificaciones feudales. 

    La segunda innovación que marcó el fin de la arquitectura medieval es el techo abovedado. Esta estructura consiste de un techo en forma de cúpula, el cual ayuda a redistribuir el peso de la estructura, de modo que no recaiga solamente en las paredes, pero sea redirigido hacia el piso. Esto permite el uso de paredes que no sean tan anchas y a la vez permite que la estructura sea más alta.

    El mayor exponente de estas nuevas tecnologías de construcción es la catedral. Esta estructura, que servía como iglesia, era la más importante del pueblo, y naturalmente su arquitectura lo reflejaba. Al emplear ambas innovaciones, la catedral podía llegar a alturas mucho más altas que sus antecesores. En adición a esto, la catedral aprovechaba el uso del techo abovedado para así poder sostener ventanas enormes en vidrio, algo que no hubiera sido posible en la arquitectura medieval, ya que el dilema del peso limitaba cuan grandes podían ser las ventanas. En conclusión la catedral, con su porte majestuoso e imponente, empleaba en su totalidad las innovaciones tecnológicas de la Edad Media.

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